La película de monstruos del año está aquí y ¡qué buena es!
¿Es la trama predecible? Sí, ya lo había adivinado en un 80% hace dos meses.
¿Es una tontería? Sí, claro.
¿Los humanos son esenciales? No, pero no hemos venido por ellos.
Vinimos a ver a Kong y Godzilla pelearse. Y lo conseguimos.
Las escenas con los Kaiju están bien pensadas y coreografiadas (¿se puede decir lo mismo de las peleas digitales?). Y se han lucido.
La devastación que se ve en el póster delata la gran parte de Hong Kong que queda destruida (ahora habrá terreno extra disponible para construir).
La película está bien dirigida y tiene un buen ritmo: la primera mitad prepara las cosas para el enfrentamiento múltiple entre los Kaiju; y la segunda mitad se suelta.
Ninguno de los actores tiene mucho que hacer y la mayoría parece caminar dormido, pero Rebecca Hall es fácilmente la mejor (siempre es una delicia verla), Kyle Chandler canaliza al entrenador Taylor durante un par de escenas, J
ulian Dennison (de Hunt for the Wilderpeople) tiene algunas buenas líneas y Demian Bichir se divierte como el malvado tipo rico (nunca confíes en la gente rica... en las películas o en la vida real).
El diseño de sonido y la banda sonora son muy acertados, pero todo se reduce cuando los Kaiju están cerca. El CGI es estupendo y, como en el caso del Kong de Peter Jackson, uno se siente realmente atraído por el gran mono.
Esta película es un espectáculo de primera clase, que debe disfrutarse en la pantalla más grande que se pueda encontrar.
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